El cuaderno verde

domingo, marzo 12, 2006

Caminos


Por las calles del Aljarafe no se ven personas. Lo comprobé el otro día cuando comía con mi familia en un restaurante de Tomares que está a 10 minutos de mi casa y decidí volver a pie, en lugar de esperar al resto y coger el coche. La escena desértica me hizo pensar y recordar: hace unos años la gente hacía sus caminos andando y se cruzaba con sus vecinos, hablaba más y, en el fondo, convivía más. Hoy, sin embargo, todos nuestros desplazamientos los hacemos a bordo de un cubículo con ruedas, aislados de los que tenemos cerca, todo se ha vuelto más anónimo, más deshumanizado.

La verdad es que esta vida moderna tendrá sus ventajas y a muchos les harán sentir orgullosos las comodidades y progresos que ha experimentado nuestra civilización; pero, cuando se opta por un modelo de vida de entre los posibles se desechan a su vez otros, que no han de ser sencillamente peores, sino que tienen sus ventajas e inconvenientes. Escogimos la facilidad de movernos rápidamente pero a costa del sacrificio de la cercanía y el contacto humano. Por cierto, observo que ha aumentado el número de gente que se incomunica gracias a unos cascos y al reproductor de MP3. Cada vez más autismo social.