El cuaderno verde

domingo, marzo 12, 2006

El fin de la socialdemocracia

He leído o escuchado miles de veces sobre la contraposición entre el modelo europeo, social y solidario; y el modelo norteamericano, liberal y de Estado mínimo. Se trata de una idea omnipresente en el Derecho comunitario -aparecía de hecho en la malparada y olvidada Constitución Europea- y en el de los Estados Miembros. Así, nuestra Constitución comienza su primer artículo con estas palabras: "España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho".

Pues bien, cada vez más esta antagonía entre la Europa protectora y comprometida y los Estados Unidos salvajes y despreocupados tiene menos fundamento. Sin ir más lejos, podemos repasar las noticias europeas de esta semana y comprobar la desalentadora debilidad y agonía del Estado del bienestar y la socialdemocracia:

-Francia: El contrato de primer empleo institucionaliza la precariedad laboral para los más jóvenes. El empresario podrá despedir libremente, es decir, sin alegar causa y sin indemnización alguna a los trabajadores contratados bajo este régimen. Pese a los cientos de miles de manifestantes el Gobierno francés no retirará la medida. En España existe un contrato parecido muy usado sobre todo para emplear a jóvenes parados por el que el empresario reduce la cantidad a pagar en caso de despido.

-Alemania: El Gobierno acaba de anunciar la subida de la edad de jubilación hasta los 67 años y la congelación del sistema de pensiones durante 3 años.

-España: El pasado viernes el Gobierno aprobó un considerable descenso del IRPF y del Impuesto de Sociedades (el que pagan las SL y SA), los dos impuestos más importantes en cuanto a recaudación para las arcas del Estado.

Estas medidas no son una sorpresa por cuanto que desde los años ochenta las políticas sociales han experimentado una congelación primero y un "progresivo" (valga aquí la paradoja) retroceso después. Sin embargo, llama la atención -y es lo que quería resaltar yo en este artículo-, la aceleración del neoliberalismo. Cada vez más medidas como éstas y cada vez de mayor calado. Nadie rema ya sin embargo en sentido contratio. ¿Qué gobierno es valiente a día de hoy para subir las pensiones, proteger los empleos precarios en perjuicio de los empresarios o subir los impuestos para disponer de mayor gasto público destinado a políticas sociales?

¿Os acordáis de la promesa de incremento del salario mínimo interprofesional de 490 a 600€ que hizo Zapatero en campaña electoral? Finalmente se quedó en minisubida por la presión de la patronal y tan solo llegará a los 600 € en 2008, a fin de legislatura. Para ese momento la inflación ya se habrá comido todo el incremento salarial que promueva el Gobierno. ¿Y qué pasó con la reducción de la jornada laboral de 8 a 7 horas que se implantó en Francia en 1995? Hoy está prácticamente derogada a excepción de su aplicación en las Administraciones Públicas. Creo que pasará a la historia como el último soplo de vida de la moribunda socialdemocracia europea.

En fin, estos gobiernos europeos, no nos engañemos, no tratan de imitar a USA como si de una opción libre y racional se tratara, sino que siguen a la deriva la lógica de la competición global. Simplemente son impotentes rehenes de la globalización, víctimas indefensas de un tiempo imposible para la izquierda. Lástima. A nuestra generación le esperan años duros, de encanallamiento personal y deterioro social. Queda por ver si la izquierda está definitivamente muerta o duerme quizás, a la espera de un mejor momento.